lunes, 25 de noviembre de 2013

CELEDONIO OTAÑO

CELEDONIO OTAÑO MADINABEITIA, SUS VIAJES POR CENTROAMÉRICA Y FUENTERRABÍA.
Dibujante, grabador y pintor vizcaíno, nació en Bilbao en 1912. Falleció en Hondarribia en octubre de 2003.
De niño vive en Vitoria, donde recibe clases del pintor Díaz de Olano. Estudia Filosofía y Letras en Loyola y amplía su formación en Bélgica, marchando posteriormente a Venezuela para impartir clases en un colegio de Jesuitas.
Al estallar la Guerra Civil vuelve a su país pero tuvo que exiliarse al acabar la contienda, regresando a Venezuela. Allí desarrollará su actividad artística destacando como caricaturista. Colabora en la prestigiosa revista Élite, muy vinculada al mundo vasco y en la que coincide con Martín Ugalde, y en Martín GarabatoEl Gallo Pelón o el Diario de la República.
También destaca su faceta de grabador, innovando en la técnica del grabado en chapa fotográfica. En el campo de la pintura, llena de luz y con un estilo postimpresionista, destacan sus retratos y paisajes.

Posteriormente se instalará en Nicaragua al oponerse a la dictadura del venezolano Pérez Jiménez. En este país su descubrimiento de la cultura Nicoya le llevará al mundo de la arqueología y antropología precolombina, a la raíz de la civilización americana.
En 1980 vuelve a San Sebastián, forzado por la dictadura somocista, donde quiso crear un museo de arte precolombino con las piezas y fichas que pudo traer del país centroamericano, pero no lo pudo conseguir, a pesar de contar con apoyos como los de Julio Caro Baroja o Jorge Oteiza.


domingo, 28 de julio de 2013

martes, 9 de julio de 2013

OBEDIENCIA A LAS ORDENANZAS MUNICIPALES

Si obedecemos las ordenanzas municipales, contribuiremos al orden y buen funcionamiento de la vida de la ciudad. Debemos darnos cuenta de la importancia que tiene nuestro comportamiento en la calle y lugares públicos, por pequeños que seamos, y de esta manera nos exigiremos a nosotras mismas el cumplimiento de este deber de obediencia a las leyes y ordenanzas municipales. Todo ello se hace para facilitar nuestra propia vida, y debemos darnos cuenta de que, al hacer lo contrario, perjudicamos este buen funcionamiento, lo cual, no solamente va contra nosotros mismos, sino contra los demás, cosa que tiene mucha más importancia. El obedecer las señales de los semáforos, salir o entrar por las puertas que se señalan, etc., aunque nos resulte incómodo y molesto, debemos hacerlo, pensando que no vivimos solos, sino que formamos parte de una sociedad de la cual no somos más que una parte.
La obediencia a las ordenes municipales es el mejor servicio que podemos prestar a la ciudad.
Texto sacado de la SECCION FEMENINA DE F.E.T. Y DE LAS J.O.N.S.

lunes, 8 de julio de 2013

APRENDER ORIGAMI

CÓMO HACER UN DRAGÓN

LA OBEDIENCIA A LOS PADRES

La obediencia, otra virtud díficil. Qué maravilla vivir en una casa ordenada y donde cada cual cumple y obedece puntualmente las órdenes superiores. Qué vida más armoniosa y cómoda en una casa donde cada objeto ocupa el lugar que le corresponde y cada persona también.
Es el ideal de la convivencia, aunque, a veces, cuesta obedecer. Lo difícil, irse a la cama puntualmente. Levantarse puntualmente. Estudiar cuando corresponde. Callarse cuando nos reprenden.
Y considerar que los padres, en general, al ordenar y mandar aquello que conviene al bien de los hijos, representan la ley de Dios. Son los encargados de regir la casa, de gobernarla. Unos hijos disciplinados seran luego ciudadanos disciplinados, capaces de respetar la ley y de colaborar en su cumplimiento.
Sacado de un libro de texto de "Formación político-social" de primer curso de bachillerato del año 1959